Tarik nació en Uttar Pradesh, India. Ya desde pequeño tuvo unas manos muy grandes pero el fenómenos fue incrementando hasta que ahora, con 12 años de edad, estas superan los 30 cm. En su aldea le llaman »el diablo» porque creen que su malformación es producto de una maldición.
El pequeño no ha recibido un diagnóstico porque su familia no puede costearse el traslado a un hospital, pero los profesionales que han visto las imágenes piensan que puede tener una enfermedad similar al llamado »pie de elefante».
La vida del pequeño cada vez es más complicada. Según explicó en una entrevista, tenía algunos amigos, pero ahora no le queda ninguno. »La gente tiene miedo a mis manos. Quiero estudiar pero la escuela me rechazó la admisión».
Tarik sólo sueña con liberarse de su enfermedad y tener unas manos normales para poder ir a la escuela y jugar como el resto de niños.
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