Se llama Paul Gonzales y cada vez son más las mujeres que aseguran haber caído en su trampa. Lleva a mujeres a restaurantes de lujo y después de comer se esfuma y la cuenta la tiene que pagar ella. El blog Eater Los Angeles viene siguiendo su pista desde hace varios años.
El blog cita como ejemplo el caso de Marjorie. Esta mujer explicó que el hombre fue muy atento y cariñoso con ella hasta que se excusó para ir a atender una llamada y no volvió a la mesa. La mujer tuvo que pagar una factura de 250 dólares.
Otra víctima aseguró que Paul fingió que su tía estaba muy enferma y que su móvil se estaba quedando sin batería, por lo que tenía que ir al coche a por el cargador. Se fue y no volvió.
Una tercera chica cuenta que en otro momento comiendo con ella, pidió dos platos y repitió ambos. Luego se levantó diciéndole que tenía que salir un momento y tampoco volvió.
Pero no siempre ha conseguido su objetivo: El pasado mes de abril, el dueño de un restaurante lo reconoció y lo echó del local cuando iba a pedir el segundo plato. No le cobró nada a la mujer que lo acompañaba.
Varias de sus víctimas ya están preparando una demanda conjunta contra el »Don Juan gastronómico».
2 Comments
Leave a Reply