Un vuelo de la compañía Transavia que hacía la ruta de Gran Canaria a Amsterdam tuvo que desviarse y hacer un aterrizaje de emergencia en Faro (Portugal) por el mal olor de un pasajero. El hedor que desprendía era tan fuerte que algunos pasajeros llegaron a desmayarse y vomitaron.
«Olía como si no se hubiera lavado en semanas», explicó uno de los pasajeros. Debido a la situación, la tripulación metió en el baño al hombre a modo de cuarentena, pero no sirvió de nada.
Finalmente los pilotos se vieron obligados a desviarse y hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Faro, donde el hombre se quedó en tierra.
(Vía)
4 Comments
Leave a Reply