Un niño de 11 años de edad ha sido acusado de matar a dos perros y un gato de su propia familia. Según los investigadores, el chaval inyectó insulina a los tres animales.
La madre del chaval fue quien llamó a la policía para pedir ayuda. Cuando varios efectivos llegaron a la vivienda se encontraron a los animales luchando por respirar. Los agentes llamaron a la organización de rescate animal ‘Diamond in the Ruff’ para pedir ayuda urgente.
Los agentes encontraron tres viales de insulina vacíos cerca de los animales. Cada vial tendría que se haber sido suministrado en 30 días. La insulina era de la madre y el hijo se la quitó.
A pesar de los esfuerzos por salvar la vida de las tres mascotas, estas fallecieron. El grupo de rescate escribía el siguiente mensaje: »Nos entristece informar que Precious, el último de los tres ha cruzado el Puente del Arco Iris esta mañana. Hicimos todo lo posible por salvarlo. Vuela alto… sabiendo que encontraremos justicia».
(Vía)
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