En monociclo, a 50 km/h, sin casco, en dirección contraria y grabándose con un palo selfie. La historia acabó con el hombre cayéndose al suelo.
Ocurrió en Madrid y muchas personas, peatones y conductores, se quejan de este tipo de vehículos de movilidad personal que a menudo no respetan las normas y crean situaciones peligrosas.