El municipio de Benalmádena, en Málaga, ha modificado la ordenanza de bienestar, protección y tenencia responsable de los animales para así minimizar el efecto de los orines de los perros en las calles.
Los dueños de mascotas ahora tendrán que evitar que el animal orine sobre el mobiliario urbano, vehículos y edificios. Además tendrán que llevar una botella con agua mezclada con jabón o vinagre para paliar los efectos de la micción.
En la reforma se recomienda a los dueños que los paseen por las zonas habilitadas para ello. En caso de no cumplir con la nueva regulación, la Policía Local podrá multar con una infracción leve.
La regulación ha sido cambiada después de que los vecinos comunicasen su malestar por la falta de limpieza en las calles del municipio. Los colectivos animalistas de Benalmádena apoya esta modificación.
(Vía)
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