Se llama Casey King, tiene 34 años de edad y pesa 317,5 kilos. »Me despierto sobre las 12, como de inmediato, videojuegos y cama», así es como describe el joven, que vive con su padre, su vida.
Su madre, cansada de que su hijo tirase por la borda su vida no haciendo otra cosa que comer y jugar a videojuegos, decidió echarlo de casa buscando una reacción, que todavía no ha llegado.
»Estar comiendo hasta que me muera… Nunca pensé que a los 34 años estaría viviendo con mi padre, no tendría trabajo, no tendría dinero… y me pasaría el día jugando a videojuegos y comiendo», contó Casey en una entrevista. Los videojuegos le ayudan a escapar de la dura realidad del mundo real.
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