Una mujer de Glasgow tuvo que ser tratada en un centro hospitalario después de aplicarse una crema para la disfunción eréctil en un ojo. La culpa fue de la mala letra con la que el médico escribió la receta.
Después de aplicarse la crema, la mujer sufrió visión borrosa, se le hinchó el párpado y el globo ocular se le enrojeció. Acudió a urgencias y allí vieron que tenía conjuntivitis y un defecto en la córnea.
La crema que se echó la mujer tenía un nombre muy similar a la pomada que le recetó su médico. La primera se llamaba Vitaros y la segunda VitA-POS.
Vitaros, la crema para la disfunción eréctil:
VitA-POS, la pomada oftálmica con Vitamina A para el tratamiento del ojo seco:
La mujer respondió bien al tratamiento de antibióticos tópicos, esteroides y lubricantes aunque días después continuó con dolores y tuvieron que tratarla con inyecciones, gotas para el ojo y lubricantes.
La doctora que la trató advirtió de tener más cuidado en la emisión de recetas para evitar confusiones.
(Vía)
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