Mónica Vega es una mujer de Barranquilla, Colombia que es madre de tres hijos. En su último embarazo, cuando fue a hacerse una ecografía en el séptimo mes le dieron una noticia que no se podía creer.
En su vientre se estaba gestando su pequeña Itzamara, pero dentro de esta, se estaba formando otro feto aún más pequeño, con su propio cordón umbilical y rodeado de líquido amniótico.
Su bebé sufría un extraño fenómeno que es conocido con el nombre de »gemelo parásito» o »fetus in fetu’. Esta rara condición se presenta en uno de cada 500.000 nacimientos en todo el mundo.
Es un fallo en la formación del cigoto que tiene lugar durante las primeras semanas del embarazo cuando las células se dividen. Si los cigotos se unen en la segunda semana se da el fenómeno de los siameses (Gemelos con sus cuerpos unidos después del nacimiento), pero si esta unión ocurre después del día 17, ocurrirá lo que le pasó a Itzamara.
24 horas después de su nacimiento, la pequeña tuvo que ser sometida a una cesárea. Ahora madre e hija se recuperan de forma favorable y la niña continuará creciendo con total normalidad.
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