Ocurrió durante un partido de cadetes entre el Elche y el Santa Pola. Cuando acabó el partido el árbitro se acercó a la grada y se encara con un padre que no le paró de insultar durante todo el partido.
»Aquí me tienes, aquí me tienes. Vuélveme a llamar gili****as, vuélveme a llamar gili****as! ¡Te juro que te reviento!»
El árbitro no aguantó más los insultos y acabó estallando.
Algunos aficionados que estaban alrededor se pusieron de lado del padre, en cambio una mujer le dijo a uno de ellos que el árbitro tenía razón, que no tenían por qué insultarlo.
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