Ben Speller es un hombre que viajó a la ciudad de Ámsterdam para ver el partido de su equipo, el Tottenham, contra el Ajax de la Liga de Campeones y reservó a través del portal Airbnb »una casa limpia y con baño privado» por 134 euros para pasar la noche. Pero esa »casa» resultó ser un contenedor en mitad de una calle.
Según le ha contado a la web AT5: »Tan pronto como abrí el contenedor escapé de allí y reservé un hotel». Tras no alojarse, el anfitrión cambió la información de la »casa» en su página de Airbnb y añadió un detalle: »contenedor-casa».
Según parece, no se trata de un caso aislado. Según cuentan en AT5, hay otro contenedor de transporte estacionado en la ciudad que piensan que fue alquilado por el mismo anfitrión.
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