Ocurrió el sábado pasado. Unos jóvenes dieron la voz de alarma en la playa de Roses, en Girona porque un amigo había desaparecido. El joven entró al agua pero ninguno lo vio salir.
Se inició un operativo en el que participó Guardia Civil, Bomberos, Mossos d’Esquadra y Policía Nacional, con una gran expectación entre los bañistas.
Un barco rastreó toda la zona de la playa, así como un helicóptero de la Guardia Civil. Barrieron toda la bahía y la sorpresa vino cuando se enteraron de que el joven fue encontrado en un prostíbulo de la Jonquera, donde se fue sin decir nada a nadie.
No estaba muerto, estaba de parranda…
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