Fanny Alida Beerepoot y su hermano Rembertus Cornelis Beerepoot son dos misioneros cristianos que viven en Tasmania, Australia y han sido multados con 2,3 millones de dólares australianos (1,4 millones de euros al cambio) por no haber pagado impuestos.
El motivo de impago ha sido sus creencias, ya que piensan que la contribución »va contra la voluntad de Dios».
Ambos se defendieron a sí mismos en el Tribunal Supremo de Tasmania y el hombre alegó que la ley de Dios es la ley suprema y que está por encima de las normativas de su país.
Estuvieron pagando impuestos religiosamente hasta el año 2011, pero en ese momento se dieron cuenta de que esto iba en contra de Dios. Enviaron cartas a la reina Isabel II (soberana de la Mancomunidad de Naciones de la que forma parte Australia) y al Primer Ministro de Tasmania Will Hodgman, pero no tuvieron respuesta.
»Transferir a la Mancomunidad nuestra lealtad a Dios sería como rebelarse contra él y, por lo tanto, romper el primer mandamiento. Confiamos en las bendiciones de Dios que le pedimos nosotros y no en lo que le damos a una entidad externa como la oficina de impuestos», declararon los hermanos.
»Si no puedes encontrar un pasaje de la Biblia o del Evangelio que diga ‘no debes pagar impuestos’, ¿podéis ver que me cuesta entender vuestro razonamiento?», les dijo el juez.
De todas formas, el magistrado piensa que »sus creencias son sinceras» y no un »intento de evitar sus obligaciones fiscales».
Los hermanos deberán pagar una multa de 1,4 millones de euros para subsanar su deuda, las costas administrativos y los intereses de demora.
(Vía)