Germán Castellanos es un hombre asturiano vecino de Lugones que se presentó este viernes en el centro de salud de la localidad con las cenizas de su mujer, que había fallecido cuatro días antes a los 65 años de edad, horas después de haber ido al médico con unos fuertes dolores de cabeza, indicándole el médico que volviese a casa.
»Vinimos por urgencias para no tener que pasar por el hospital, pero el doctor se molestó muchísimo porque teníamos que haber pedido hora, así que la mandó para casa sin mirar», explicó el hombre al diario El Comercio.
Germán llevó las cenizas junto con unos jabones »para limpiar conciencias», cien euros como pago de la visita, varios capullos de flores y una invitación para el hotel que regenta el matrimonio.
Con este gesto Castellanos quiso denunciar públicamente el trato médico que recibió su mujer. El siguiente paso, advirtió, será trasladar el caso a los tribunales.
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