Ocurrió en el centro comercial argentino Coto de Temperley, en Buenos Aires. Un cliente aparcó su coche en la zona de los carritos y los trabajadores decidieron vengarse rodeando el vehículo con un montón de carritos.
Un usuario fue quien publicó las imágenes en su cuenta de Facebook junto con el siguiente texto:
»La verdad que hay que ser muy pelotudo para estacionar auto en el sector de carritos de la compra. No puedes ser tan HDP y dejarlo donde quieras».
»Se nota que nadie respeta menos un lugar indebido. Aplauso para los empleados que le dejaron encerrado el auto».