En diciembre de 2012 en la escuela de primaria Sandy Hook en Newton, Connecticut, tuvo lugar una masacre en la que murieron 28 personas, 20 de ellas eran niños.
Después de recuperarse de ese momento, el colegio fundó Sandy Hook Promise, una organización que busca concienciar y prevenir tiroteos en otros centros escolares. Entre los fundadores hay muchos padres de los niños asesinados en la masacre.
En la organización enseñan a los alumnos a detectar señales y advertencias que puedan hacer pensar que un estudiante va a cometer una locura.
Cada año lanzan una campaña para concienciar a todo el país. La de este año se llama »Lo esencial al volver a clase» y es una de las más duras de ver que recuerdan.