Varios agentes del Departamento de Policía de Wilson, en Carolina del Norte, Estados Unidos intentaron detener a un vehículo en el que viajaban varios sospechosos, entre ellos uno al que buscaban por un asesinato. El coche se dio a la fuga y se inició una persecución.
Después de varios kilómetros, un Ford Taurus negro con luces azules en el techo adelantó a los agentes y a los sospechosos y al colocarse delante de ellos, les obligó a detenerse.
Un tipo se bajó del Ford Taurus y encañonó con una pistola a los sospechosos asegurando ser policía. Les hizo bajar del coche y les esposó. Todo ante la mirada de incredulidad de los policías reales.
Al los minutos, antes de que pudieran pedirle explicaciones, el hombre se fue de la zona y la policía averiguó más tarde de que no era un agente de verdad sino un ciudadano llamado David Adams, de 30 años de edad.
El hombre fue detenido por hacerse pasar por un policía y puesto en libertad bajo fianza de 1.500 dólares.
(Vía)