Ocurrió durante un partido entre el Nuneaton Borough y el Stratford Town, dos equipos de la National League Southern Central inglesa.
Tony Breeden, portero del Nuneaton, intentó demostrar que también era un buen lanzador de penaltis y acabó rompiendo uno de los focos del estadio.
Por suerte nadie resultó herido. El Nuneaton acabó ganado 2-0.
A que no hay huevos a darle al foco de luz. Sujétame el cubata…
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