Unos exploradores que transitaban por el Polo Norte descubrieron a un oso polar que tenía un graffiti en el costado que ponía T-34.
El T-34 fue un modelo de un tanque ruso que supuso una ventaja para el ejército ruso durante la II Guerra Mundial. Ese modelo se convirtió en todo un icono. Quizás por ello alguien decidió que sería divertido escribírselo a un oso polar en su cuerpo.
La broma es más dañina de lo que pueda parecer, ya que los expertos aseguran que esto estropea el camuflaje natural del animal. Esto es peligroso tanto para que pueda ser cazado como para que pueda cazar.
Para hacer algo así, el oso tuvo que ser sedado y no se sabe en qué circunstancias. El graffiti está hecho con spray negro y es relativamente preciso.
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