Ocurrió en el condado de Palm Beach, al norte de Miami. La Policía se desplazó a una vivienda porque un vecino llamó alertando de los gritos de una mujer en la casa de al lado, que pedía ayuda.
Cuando los agentes llegaron al domicilio, el propietario les dijo que esperasen, que »les iba a traer a los gritos». El hombre entró en casa y volvió a salir con Rambo, su loro y les explicó que era él el que gritaba.
Explicó que el ave tiene 40 años y que la cuida desde su infancia. «A veces Rambo grita ‘ayuda, ayuda, déjame salir’, es algo que le enseñé cuando era niño y Rambo vivía en una jaula».
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