Miles de personas de Kiunga, un pueblo localizado en la costa occidental de Kenia, han tenido que vivir si acceso a agua potable. Los habitantes tienen un gran problema: La escasez de agua dulce. Cocinan, lavan la ropa y se asean con agua salada contaminada.
Ahora, gracias a una estación solar, el problema se ha resuelto. Los paneles solares ayudan a desalinizar el agua del océano. Potabilizan agua para 35.000 personas al día. Todo ello sin dañar al medioambiente.
Solo 17 de los 44 millones de personas que viven en Kenia tienen acceso a agua dulce. En el mundo, más de 2.000 millones de personas carecen de agua potable.
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