Muere un delfín tras vivir en soledad durante dos años en un acuario abandonado

Honey es un delfín hembra que ha vivido sola durante dos años en un estanque del Inubosaki Marine Park Aquarium, un acuario abandonado de la ciudad de Choshi, cerca de Tokio. A finales de septiembre del 2018 ya publicamos este artículo en el que nos hacíamos eco del caso de este delfín y un vídeo grabado con un drone nos enseñaba la instalación donde estaba.

La noticia de hoy es que Honey ha muerto, sola, en el estanque donde ha vivido casi toda su vida, 13 años en compañía y dos en soledad.

La organización Dholphin Project ha estado durante todo este tiempo intentando rescatar al animal pero sin éxito. A comienzos del 2019 las instalaciones, ya abandonadas, se vendieron a otro propietario con Honey dentro. Este cambio en la propiedad dificultó mucho más las negociaciones de la ONG para conseguir el rescate del delfín. Por desgracia no ha sido posible llegar a un acuerdo a tiempo.

Ha sido la misma organización quien ha comunicado la noticia: »A finales de febrero de este año, contactamos una vez más con nuestros colegas japoneses en un nuevo intento de comprar a Honey para poder retirarla en paz y dignidad. Estas conversaciones terminaron a principios de marzo, cuando se hizo evidente que Honey era poco probable que sobreviviera. Más tarde ese mes, el 29 de marzo, Honey murió en su tanque», explicaron en un comunicado.

Honey fue capturada en 2005 en la bahía de Taiji, un sitio famoso por las cacerías de delfines por parte de los pescadores locales. Fue trasladada al Inubosaki Marine Park Aquarium donde vivió junto a otros delfines en un estanque. En enero de 2018, el acuario cerró sus puertas debido a la escasez de visitantes y el destino de los animales quedó en manos de los propietarios. Poco a poco los animales fueron vendidos a otras instalaciones y solo quedaron Honey y 46 pingüinos.

Fue gracias a la publicación del vídeo que el caso de Honey atrajo la atención mundial, y provocó un gran movimiento dentro de Japón. Aunque, trágicamente, la delfín no fue capaz de escapar de su cautiverio.