Emilio Aparicio Rodríguez es un fotógrafo que ha centrado la mayoría de sus trabajos en las personas que habitan en las calles de Bogotá, Colombia.
Su último trabajo se llama »Hacía tiempo no hablaba con las personas de verdad», una colección de 200 retratos de personas que viven en la calle y que fue que fue expuesto este año en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá. Este trabajo le dejó a Emilio muchos amigos, entre ellos a Andrea Chaparro, protagonista de un vídeo que está dando la vuelta a Internet y que el mismo fotógrafo grabó.
Emilio se enteró que ese día Andrea cumplía años y de forma totalmente improvisada le preparó una pequeña celebración. Emilio se acercó al lugar donde estaba la mujer y a las personas que por allí pasaban les dijo que era su cumpleaños y entre todos le cantaron el »Happy Birthday». Luego, le dió un globo de helio amarillo y le dijo a la mujer que lo soltara después de pedir un deseo. La mujer no sabía lo que pedir y acabó diciendo: »¡Qué seamos felices todos!».
En el mundo deberían de existir más personas como Emilio. Este es el vídeo completo:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=XdeQ6d97s1A[/youtube]
Fotografía: Emilio Aparicio Rodríguez
que buena obra de buena Fe!
pobre mujer…
Estos son los actos en los que realmente puedes palpar la presencia de Dios… Simplemente hermoso.
1 palabra … emotivo
Todo normal, hasta que la mujer dijo, «que seamos felices todos» cuando escuche eso senti un escalofrio y sonrei, ella tiene un buen corazon.
Fe en la humanidad: Renovada
lloré Pero De Felicidad :’D Tengo Un Taquito En Mi Garganta,, Me Parece GENIAL Que En Mi País Haya Personas Que Quieran Ver A Esas Personas Que No Tienen Un Hogar ´´Felices´´ , Ella Solo Tenia Su Mascota Y Estaba Bien Cuidada.. Estos Vídeos Son Los Me Llegan Al Corazón Y Me Motivan A Ser Cada Día Una Mejor Persona <3
IGUALMENTE COMPARTO LO QUE TODOS EXPRESAN GENTE BUENA SOMOS POCOS PERO ESO SIGNIFICA MUCHO AMOR POR LA HUMANIDAD QUE SEAN POBRES O RICOS SOMOS IGUALES BIEN POR ESE COLOMBIANO NOBLE BENDICIONES
¿Os podeis creer que me han saltado lágrimas? Este tipo de actos son los que hacen falta, pero no hay que olvidarse de que no solo en ese día tan especial, sino todos. Todos los días hay que echarle la mano a la gente que sufre, que no sea este un acto aislado.
Ojalá que este cambió de conciencia que según los mayas advirtieron sean de este tipo, que nos dejemos de acumular riquezas y que miremos más para el costado a los necesitados, todavía creo en la humanidad y en las lágrimas que se me están derramando al escribir esto después de ver este video…. Contagiemonos de estas pequeńas cosas que nos hacen humanos , porque si no nos ayudamos entre nosotros quien lo va a hacer , salud , paz , amor y respeto para la humanidad ,,
Este vídeo en principio genera un sentimiento bello, precioso y esperanzador. Pero ¿qué pasa cuando se termina?… Desearía equivocarme, pero seguramente Andrea se quedara de nuevo sóla con sus miserias tras un fugaz momento de felicidad y cercanía con el resto de la «humanidad». Le abrimos una ventanita a lo que pudo ser y no fue y se la cerramos de golpe. Me duele imaginar qué pasó cuando ese momento terminó, y me queda la duda de si en algún momento se sintió utilizada. Yo sinceramente creo que sí, no sé con qué motivo ni me importa. Hay muchísima gente voluntaria que ayuda DE VERDAD TODOS LOS DÍAS y no llevan cámara ni tampoco se les publica su nombre en ningún lugar.
Aún así el fotógrafo Emilio Aparicio Rodríguez regaló un momento de felicidad a una persona y además provoco que todos recibiéramos una lección (o varias).
En resumen; fue bonito mientras duró… ¿y luego qué?
Que facil es criticar, cuando lo unico que haces es estar en un PC.
El tipo le regalo un momento de felicidad. QUE MAS DA! Eso es un gran detalle, los adornos, peros y compliques que tengas en tu vida son tu problema.
José, al menos sabes cuando cumple años una persona sin hogar de todas las que se te han cruzado en la vida? Absurdo.
Me juzgas sin ni siquiera conocerme.
No he quitado ni un ápice de mérito al gesto del fotógrafo. Pero mi reflexión va más alla del momento de felicidad, del acallar nuestras conciencias con un gesto de cinco minutos y después olvidarnos. Mi crítica no se centra en el fotógrafo, si no en todos nosotros.
Te aseguro que sé lo que se siente al ayudar a personas sin nada, deshauciadas hasta de su cordura, y sin embargo lloran cuando les das algo que comer y un poco de conversación.
Me encantó, este mundo necesita muchas personas como Emilio y Andrea, sólo con 5 minutos de su vida hacen que Andrea sea feliz, y ella que podría pedir tantas cosas, y pide que los demás sean felices.