Nathan Grindal es un hombre que estaba entre el público en un torneo de dardos en Somerset, Reino Unido. De repente, varias personas cercanas a él empezaron a gritar »¡Jesús, Jesús!». Los gritos se fueron contagiando hasta que todos los allí presentes, unos 4.500 aficionados, no paraban de gritarlo también.
Los gritos eran tales, que la organización decidió sacar del lugar a Nathan, alegando que su presencia estaba alterando el correcto funcionamiento del torneo. La organización lo llevó a un bar cercano para que siguiese viendo el torneo desde allí, que también se estaba retransmitiendo por televisión.
El hombre comentó después a la prensa: »Fue muy doloroso, el público se estaba metiendo conmigo e intimidándome, y yo no había hecho ningún alboroto como para que me sacaran de allí».
Phil Taylor, ganador del torneo, dijo que el escándalo causado por el público había sido una molestia. »Si vuelvo a ver a ese Jesús, lo crucificaré yo mismo», bromeó.
Este es el vídeo del momento en el que Nathan Grindal fue sacado del recinto:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=LQZLZz-9tQc[/youtube]
Cuanto bobo por el mundo y lo digo por el público, son como monos. Ese tal «jesus» no tiene la culpa de nada. Que complicada es la química cerebral de las personas… o mas bien podrida.
¿C
Como el Jesús de la vida real pues
Toda la razon del mundo tienes.
pobrecillo que hijos de puta eso confirma la teoría que las masas son idiotas
Un recinto lleno de cabezas vacías,,,nada mas
Jesus no existe… cual es el problema?