La fallida restauración del Ecce Homo de Borja por Cecilia Giménez dio la vuelta al mundo en el año 2012. Pero no es el único caso ya que este tipo de intervenciones son más frecuentes de lo que pensamos.
Un ejemplo lo acaba de padecer un coleccionista de Valencia, quien por 1.200 euros encargó a un restaurador de muebles la limpieza de una copia de una de las famosas Inmaculadas de Murillo. La sorpresa vino cuando le devolvió la pieza y la cara estaba totalmente desfigurada. Además tenía un gran parecido con el Ecce Homo de Borja.
El autor de la restauración intentó solucionar el problema, pero el resultado fue desastroso y nada tiene que ver con la original. Ahora el dueño de la obra se ha puesto en contacto con otro especialista e intentará rehabilitar la obra.
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