Miles de feligreses se reunieron el domingo en el funeral de Amfilohije Radović, el máximo clérigo de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Montenegro, quien murió de coronavirus.
La mayoría de las personas que se reunieron dentro y fuera de la iglesia no llevaban mascarilla ni mantenían la distancia social y muchos besaban el cuerpo del difunto en su ataúd abierto.
A la ceremonia asistieron los máximos dignatarios ortodoxos, así como los representantes de las comunidades religiosas católica y musulmana, además de otras personalidades.
Radovic, de 82 años, fue diagnosticado con coronavirus el pasado 6 de octubre y había estado hospitalizado en la capital montenegrina Podgorica desde entonces.
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