»No se pueden cerrar los bares. Sin beber no se puede vivir». Es el argumento de un hombre tras las restricciones a la hostelería. Tras el endurecimiento de las restricciones a los bares y restaurantes, que hace que en muchas comunidades tengan que cerrar antes y en otras directamente no puedan ni abrir, este señor reclama los bares como un servicio público mucho más importantes que otros.
«Hay que beber, beber es necesario para vivir. De cerrar, que cierren las iglesias, las estaciones de autobuses o las subdelegaciones del Gobierno. No se pueden cerrar los bares», reclama el señor. «Vivir queremos, y para vivir necesitamos beber. Esto es una locura, esto no puede ser. Vivan los bares, viva la hostelería, viva este país, viva la gente con sed. Vivamos nosotros».
Enviado por Mari
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