Un ex trabajador del hospital de Grafton (Wisconsin, EE.UU.) ha sido acusado de estropear 570 dosis de una vacuna anticovid y ha admitido los hechos afirmando que esos fármacos eran «obra del diablo».
Steven Brandenburg, de 46 años de edad, se declaró culpable ante el juez de intentar dañar 57 viales, cada uno de los cuales contenía 10 dosis de la vacuna de Moderna.
Elm hombre fue despedido del centro después de que admitiera haber retirado intencionadamente los viales con los antígenos del refrigerador en el que se encontraban almacenados. Como resultado de su acción, 57 personas recibieron vacunas potencialmente dañadas.
Brandenburg dijo a los investigadores que creía que la vacuna contenía microchips y podía dañar la fertilidad y cambiar el ADN de los vacunados.
El juez ordenó que el acusado sea sometido a una evaluación de su salud mental y esta previsto que la sentencia se pronuncie el próximo 8 de junio.
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