Sandra, una mujer de 28 años de Budapest, ha asegurado que nunca volverá a una relación con humanos tras enamorarse de una maqueta de avión. «No sé por qué lo quiero, simplemente lo amo», ha declarado: «Es precioso y mi alma gemela. Es lo primero que veo por las mañanas y lo último cuando me voy a dormir. No lo querría de otra manera. Puedo hacer todo con él».
Sandra compró este gran modelo de aeronave por 600 euros en enero después de una ruptura. Sandra también ha contado que tiene fascinación con los aviones desde que era pequeña. Un hobby que creció durante la adolescencia y en los últimos años se ha convertido en su trabajo.
«No estoy muy segura de volver a tener una relación humana. Los aviones son más fiables como compañeros. Sé que siempre puedo hablar con él», concluye: «Nunca me había sentido así con un compañero. Por primera vez en mi vida estoy enamorada».
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