La iglesia de Grimsby, en Lincolnshire (Inglaterra), se construyó alrededor del año 1114. Aunque la torre central que contiene el reloj, de 90 metros de altura, no se erigió hasta el año 1365.
En el año 2010, el reloj se paró a las 12:02 de la mañana, y así permaneció durante 12 años. A principios de año, el sacerdote a cargo de la iglesia, Chris Daniel, se puso como objetivo para 2022, arreglar el reloj de la torre. Pidió presupuesto a la empresa especializada que arregló el Big Ben de Londres, y un experto acudió a revisar el estado del reloj. Concluyó que habría que instalar unos andamios de 90 metros para inspeccionar las agujas de los 4 relojes de la torre, y que todo el coste de la operación ascendía a unos 60.000 euros.
Jay Foley, el joven de 15 años que se encarga del mantenimiento de las campanas, a veces recibía la ayuda del quesero Rick Haywood, para las tareas en las que se requerían cuatro manos.
Cuando se enteró de que los «expertos» les pedían 60.000 euros, Rick Haywood decidió intenta arreglar el reloj por su cuenta, porque total, «más no se podía estropear».
Según cuenta en una entrevista en The Daily Star, los mecanismos del reloj estaban muy sucios: en su interior encontraron varias palomas muertas. Además los engranajes que movían las horas, minutos y segundos, se habían salido.
Así que limpiaron todo, encajaron los engranajes de nuevo en su sitio, y los engrasaron bien con una lata de lubricante multiusos WD-40.
The company working on Big Ben’s restoration quoted £50k to repair Grimsby Minster’s clock which had been broken for 12 years. The local cheesemaker and a student cleaned out the dead pigeons, bought a can of WD-40 and a tub of grease and managed to fix it themselves. pic.twitter.com/CtemLy3HnB
— Ant Stephen? (@AntStephen) February 25, 2022
8 Comments
Leave a Reply