Un equipo de las Fuerzas Especiales en Frankenthal, un pequeño pueblo en el estado alemán del Palatinado Renano, pusieron fin a una toma de rehenes en una estación de servicio sin derramamiento de sangre. Un hombre de 26 años de edad había amenazado a 3 hombres y dos empleadas de la gasolinera con un cuchillo.
Después de la liberación de 4 de sus rehenes, exigió un coche y un teléfono móvil y salió de la estación de servicio con su último rehén. El hombre fue paralizado con una Taser y detenido. Un policía resultó levemente herido en el incidente. El motivo de la acción del hombre todavía no está claro.
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