¿Qué posibilidades hay que una pareja en la que uno es blanco y otro de color salga un bebé que no sea mulato? Una entre un millón. Catherine Howarth ha sido esa probabilidad. Siendo ella de color y su marido blanco, su bebé ha nacido blanco y de ojos azules.
Los médicos han confirmado que el pequeño no es albino y que la madre tiene algún gen en el que el pigmento de sus predecesores podía ser blanco.
Según Catherine: »Mis padres eran de Nigeria y, desde que tengo memoria, todos mis familiares han sido negros. En algún momento debe haber habido un gen blanco en mi familia que ha permanecido latente durante años y años, hasta ahora».
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