Chiquita Hill es una mujer de 33 años de Columbus, Georgia que no dudó en llamar a la Policía para resolver un problema con su hijo Sean, de 10 años de edad. Todo empezó cuando el profesor del niño se presentó en su casa para explicarle a la madre que Sean »era grosero e irrespetuoso, no escuchaba, no paraba de hablar y no hacía sus tareas de clase».
¿Qué fue lo que hizo la madre? Llamó a la Policía para explicar lo sucedido y los agentes accedieron a darle una lección a Sean. Se presentaron en el domicilio y para que fuese lo más real posible, esposaron al chaval, lo subieron al asiento trasero del coche patrulla, encendieron la sirena y circularon unos metros por la misma calle.
El chaval empezó a llorar y al bajarse del coche patrulla fue a los brazos de su madre y aseguró que nunca más volvería a hacerlo. Al conocerse el caso, Chiquita y los agentes han recibido muchas críticas. El jefe del departamento de Policía de Columbus dijo que los agentes actuaron sin autorización. Por otro lado, la madre dice que desde que ocurrió el incidente, Sean se está portando mejor que nunca.
(Fotos: Facebook | Vía: ABC News)
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