Este vendedor de Áqaba, en Jordania, prepara un café que parece que se crea mágicamente. El hombre entierra un poco el cezve, un cacharro diseñado específicamente para elaborar café turco, en una cacerola llena de arena y el café empieza a brotar como por arte de magia.
Pero no es magia. En realidad el café molido y el agua se encuentran en el cezve y este se mete en la arena caliente hasta que el agua llega al punto de ebullición.
5 Comments
Leave a Reply