Ocurrió en Isfahán, ciudad situada a 340 km al sur de Teherán. Alguien de las gradas tiró una granada de mano al terreno de juego durante un partido del club local. Uno de los jugadores la encontró, la recogió del suelo y pensando que era un objeto cualquiera la tiró a un lado. Al momento la granada explotó sin causar ningún herido. Después del incidente el partido se suspendió y la policía está investigando el caso. Gracias Tony.
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si hubiera sido una granada de verdad estarían todos muertos por la metralla
Tuvo suerte que exploto luego de tirarla sino chau mano.