Spencer Seabrooke se disponía a batir el récord mundial de Slacklining y mientras lo hacía se llevó el susto de su vida.
El equilibrio le jugó una mala pasada y estuvo a punto de caer al vacío mientras trataba de realizar el récord a 290 metros de altura.
Sin ningún tipo de arnés ni protección el joven canadiense cruzó los 64 metros de distancia en una zona de la «Chief Mountain», en Montana.
En el vídeo se puede ver como afortunadamente todo quedó en un gran susto y tras tomarse unos segundos para sosegarse continuó el desafío y acabó consiguiéndolo.
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