»Mi objetivo es rebasar los límites de la arquitectura y de la ingeniería», ha declarado Sean Mulryan, el ambicioso director de Ballymore, la empresa encargada de esta construcción: Una piscina transparente suspendida a 35 metros de altura y que unirá dos bloques de edificios en el complejo Embassy Gardens, del distrito londinense de Nine Elms.
Esta piscina sería la primera con estas características. Los bloques de viviendas que estarán enlazados por la sky pool forman parte de la segunda fase del proyecto inmobiliario. Sólo los vecinos del complejo de lujo podrán experimentar la sensación de estar flotando en el agua y en el aire. El precio de cada vivienda ronda los 850.000 euros.
(Vía)
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