Ocurrió en el barrio de Aksaray, en Estambul, Turquía. Un hombre irlandés entró en una tienda y al abrir la puerta de la nevera para coger una botella de agua, todas las botellas se le cayeron al suelo.
Al dueño de la tienda no le hizo nada de gracia esto y se le acercó con un palo con el objetivo de pegarle con él.
El turista resultó ser un boxeador profesional y se enzarzó en una pelea con el dueño de la tienda. Al momento, comerciantes de las tiendas cercanas acudieron a ayudar a su colega y el boxeador se enfrentó a todos ellos.
Todos los comerciantes llegaron muy bravos, pero acabaron abandonando la pelea al ver que no podían con el hombre.