Un consultor financiero de Reino Unido de 62 años de edad cobró a su propia madre 550 euros diarios por ir a visitarla a una residencia. Su madre tiene 87 años de edad, es viuda y sufre demencia. Entró en un hogar de cuidado en Llandrindod Wells en el año 2004 y luego se trasladó a una residencia de ancianos en 2013. El hombre se embolsó un total de 166.200 euros de la fortuna de su madre en ‘gastos’.
Pero la historia no acaba aquí. Según los investigadores el hijo se negó a pagar los cuidados de peluquería, podología y artículos de aseo de su madre argumentando que «no creo que ella necesite un tinte de color».
Un Tribunal de Protección ha calificado el caso como »repugnante». El mismo tribunal añadió que »sería difícil encontrar un abogado más cruel y calculador, que ha abusado de manera tan flagrante su posición de confianza». El hombre actuaba como abogado de su madre.
(Vía)
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