Ocurrió en la ciudad de Tampa, en Florida. Un grupo de unos 10 sospechosos entraron en un concesionario de coches y se llevaron un total de 8 vehículos y dañaron otros 14.
Primero entraron en la oficina a coger las llaves de los vehículos y cuando cada uno de los ladrones ya estaba en el interior de su coche, otro vehículo robado embistió contra la valla de entrada del concesionario (min. 1:53) para permitir que todos los sospechosos saliesen del recinto.
Dos vehículos, de los ocho robados, han sido recuperados. La investigación sigue abierta, pero la policía cree que los sospechosos son menores y pueden estar vinculados a un grupo criminal con base en el área de Orlando.