Un holandés reconstruye una gigantesta réplica del arca de Noé para cruzar el Atlántico

Johan Huibers es un holandés de 58 años de edad que ha creado una enorme réplica del arca de Noé. Hace cuatro años terminó la construcción con el apoyo financiero de miles de creyentes y la abrió al público como atracción turística.

El arca de Noé de este holandés pondrá rumbo el próximo verano hacia las Américas desde el puerto holandés de Rotterdam para difundir enseñanzas religiosas.

Johan es padre de familia, carpintero y constructor de profesión. Ha declarado que quiere dedicar el resto de sus días a ser mensajero de la religión católica.

»A los 24 años conocí la religión y ahora soy feliz pudiendo trasladar al mundo lo que encontré. Siento que Dios puso en mi corazón el deber de ayudar a los demás y eso es lo que voy a hacer con este viaje», explicó Johan.

Según cuenta el hombre, hace años, en 1992, recuerda que un día estaba en el sofá con sus hijos y vio que estaban leyendo libros sobre el arca de Noé. Le preguntaron donde estaba ese barco y él les dijo que ya no existía. Los pequeños le pidieron que construyeran juntos un barco parecido. El padre les dijo que »algún día» lo harían. Esa promesa quedó en el olvido ya que tampoco tenían dinero para afrontar ese proyecto, pero años más tarde, una pesadilla del padre resucitó la idea.

Johan soñó que su provincia era inundada por una tormenta gigantesca y ese fue el día en el que puso el primer trozo de madera para construir el arca.

Hace ahora cuatro años terminó la embarcación, que abrió como atracción turística y este próximo verano empezará su viaje hacia las Américas. El primer destino será Brasil y la embarcación hará parada en diferentes ciudades de Latinoamérica como Buenos Aires y La Habana, antes de dirigirse a Estados Unidos y Canadá.