Los padres estaban comprando la cena de ese día en un local y mientras los chavales estaban esperando, decidieron pasar el tiempo jugando con la papelera.
Uno de ellos decidió meterse dentro y acabó cruzando al otro mundo. Cuando los otros dos niños abrieron la tapa fliparon al no verlo.
Rápidamente corrieron para avisar a los padres de lo sucedido y un rato más tarde el chaval fue rescatado.
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