Ocurrió en Illinois. El policía Michael Cokins había parado a un conductor a un lado de la carretera y cuando estaba hablando con él, un vehículo embistió al agente de forma brutal.
Conducía el coche Leslie Thurow, una mujer de 61 años de edad que conducía borracha. La conductora siguió conduciendo después de atropellar al agente y después de golpear a un SUV con una familia de 4 personas dentro, se estrelló contra una mediana.
La señora Thurow iba conduciendo borracha y la investigación posterior reveló que su nivel de alcohol en sangre era más del doble del límite legal.
Esto ocurrió en el año 2014 pero es ahora cuando la mujer ha sido condenada. Le han puesto una pena de 13 años de prisión. Al parecer, dos días antes de que Leslie atropellase al agente Cokins, un juez la había puesto en libertad condicional y le había ordenado que se mantuviera fuera de la carretera. La mujer llevaba tres meses en la cárcel por su tercer accidente de conducir borracha en nueve meses.
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