Ocurrió en un partido de la liga escocesa entre el Kilmarnock y el Dundee. El jugador local Jones se disponía a lanzar un saque de esquina cuando el linier que estaba a su lado se puso a vomitar.
Segundos después de que este se recuperara, el árbitro Craig Thompson le sacó la tarjeta roja y expulsó al asistente. Además de todo un showman, Craig es colegiado internacional.
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