Vicky Freeman, una británica de 54 años de edad, puso en el jardín de su casa de Fareham, Reino Unido una máscara a modo de decoración para Halloween. Pero antes de que los niños llegasen disfrazados para meter la mano en el cráneo y coger todas las golosinas, una ardilla hizo el trabajo por ellos.
La señora Freeman no dudó en ir rápido a por su cámara de fotos para fotografíar a la pequeña ardilla. Además del cráneo, la ardilla también se probó una calabaza.