Ryan Carney Williams iba a viajar desde Keflavík, Islandia a Londres con la compañía British Airways. Para no pagar de más, decidió ponerse encima toda la ropa necesaria: 8 pantalones y 10 camisas. La compañía no lo aprobó y le denegó el acceso al avión.
Ryan, completamente indignado, publicó varios vídeos en Twitter sobre el tema y la compañía afirmó que el pasajero actuó de manera maleducada y esa fue la razón por la que no le dejaron subir al avión.
En uno de los vídeos publicados por Ryan, los empleados de British Airways le preguntan si es necesario llamar a la policía. Él mismo informó en Twitter que fue arrestado y retenido en el suelo después de negarse a irse.
Después de declarar, al día siguiente volvió al aeropuerto para coger un vuelo de EasyJet que había reservado el día antes. Pero le denegaron el acceso al avión otra vez. A la hora de embarcar un empleado no se lo permitió »debido al incidente del día anterior», según él mismo dijo.
Estuvo atrapado en el aeropuerto sin dinero y sin sus pertenencias ya que el equipaje viajó a Londres en el primer vuelo. Al final, pudo volver a casa con una aerolínea noruega.
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