Sam Ballard es un joven australiano de tan solo 27 años de edad que se ha quedado tetrapléjico después de hacer una apuesta con sus amigos y comerse una babosa del jardín.
Sam enfermó rápidamente ya que el molusco estaba infectado por un parásito que provoca mengoencefalitis eosinifílica, una infección en el cerebro. Según publican algunos medios de Australia, el joven estuvo 420 días en coma en el Hospital Royal North Shore y cuando se despertó ya estaba tetrapléjico.
En la actualidad Sam está en una silla de ruedas motorizada, sufre ataques, tiene que ser alimentado a través de una sonda y no puede controlar la temperatura de su cuerpo.
Entre sus amigos recaudaron dinero para que el joven tuviese atención las 24 horas del día. En el 2016 le aceptaron un subsidio por discapacidad, pero el año pasado le redujeron de 490.000 dólares a 135.000. Esto ha provocado que la familia se endeude. Ahora piden al Gobierno que no haga recortes en este tipo de prestaciones.
(Vía)
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