Se llama Christian Whiteley-Mason, tiene 42 años de edad y se ha pasado 25 de ellos tratando de sacarse el carné de conducir. Este británico tuvo que cambiar 14 veces de profesor al no mostrar mejora alguna en su conducción.
Su marido Darren siempre dudó de su capacidad para conseguirlo: «Lo que pensábamos es que si se montaba en un coche, lo más normal es que tuviera un accidente».
Christian explicó que se ponía muy nervioso por el cambio manual, que entraba en pánico y le temblaban las piernas.
El primer profesor de autoescuela que tuvo, después de 56 clases, le aseguró que nunca podría sacarse el carné. De ser así, provocaría un accidente.
Este año por fin consiguió aprobar. Al encontrar un nuevo trabajo Christian se vio en la necesidad de conducir a menudo. Su jefe le dijo que aprendiese a conducir en un coche automático, para así quitarse el estrés de las marchas. »Fue como conducir un ‘kart’. Totalmente diferente», explicó Christian.
Por otra parte, el último profesor que tuvo le dijo que no le dejaría irse hasta que aprobara su examen. Y así fue.
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