Ahmed el Tayeb, imán de la mezquita de Al Azhar, ha declarado que las esposas pueden ser golpeadas siempre y cuando ningún hueso resulte roto como consecuencia de la golpiza.
El Tayeb dijo esto durante un programa de televisión: »El remedio que el Corán ofreció es golpear de un modo simbólico con el propósito de reformar pero sin causar daño, perjuicio o dolor».
Fundamentó sus palabras en unas aleyas de »la sura de las mujeres» del Corán: »Los hombres están al cargo de las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos sobre otros. (…) Las habrá que sean rectas, obedientes y que guarden, cuando no las vean, aquello que Alá manda guardar. Pero aquellas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, no os acostéis con ellas, pegadles; pero si os obedecen, no busquéis ningún medio contra ellas», reza el versículo.
Según el imán, la acción de un hombre de golpear a su cónyuge »tiene unas normas y límites»: »No debe romperle un hueso, ni provocarle daños en un órgano o miembro de su cuerpo ni pegarle con la mano en la cara ni dejarle heridas ni causarle perjuicio psicológico. El objetivo es golpearle de una manera simbólica con el Swak (un pequeño palo de madera usado en la antigüedad para limpiar los dientes) o el cepillo de nuestro tiempo», dijo.
(Vía)
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