Ocurrió en la ciudad rusa de Gátchina. Un bebé que iba a ser bautizado se resistió y el cura perdió los nervios y casi asfixia al pequeño.
En el vídeo se puede ver cómo el sacerdote pierde los papeles ante el llanto del pequeño y su resistencia a sumergirse. La madre intenta impedir que el hombre continúe con la práctica.
Lo ocurrido le ha costado al sacerdote la suspensión. El bebé sufrió múltiples heridas y está lleno de moretones.
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